El movimiento Body Positive es una corriente social y cultural que promueve la aceptación y el respeto hacia el cuerpo en todas sus formas, tamaños y características. Su enfoque principal es desafiar los estándares de belleza convencionales y combatir la presión social que impulsa a las personas a ajustarse a ideales corporales restrictivos. El Body Positive busca fomentar una imagen corporal saludable y positiva, alentando a las personas a amar y aceptar su cuerpo tal como es, independientemente de su peso, forma, color de piel o cualquier otra característica física. A través de esta filosofía, se busca empoderar a las personas, promoviendo el bienestar emocional, la autoestima y una relación más compasiva y equilibrada con el propio cuerpo.

Una esteticista tiene un rol clave en influir positivamente en la percepción del cliente sobre su cuerpo, ayudando a promover los valores del movimiento Body Positive. A través de un enfoque centrado en el bienestar, la esteticista puede ofrecer tratamientos que resalten el cuidado y la salud del cuerpo, sin reforzar los estereotipos de belleza convencionales. Al crear un ambiente de aceptación y comprensión, puede educar a sus clientes sobre la importancia de cuidar su cuerpo desde el amor propio, enfatizando que los tratamientos no buscan cambiar quiénes son, sino ayudarlos a sentirse más cómodos y seguros en su piel. De este modo, la esteticista contribuye a que el cliente adopte una perspectiva más positiva y respetuosa hacia su propio cuerpo, promoviendo una relación saludable con su imagen.